13 de febrero de 2011

Lo que te quiero decir

Hola.

Esta será la última vez que te escribo. Aun que, conociéndome, fijo que lo haré unas cuantas veces más. Soy así. Nunca hago lo que me prometo.

Sin embargo me decido a escribir todo esto, porque si no lo digo, reviento. Y si reviento... Dejaría todo esto hecho un asco y... El asunto es que... bueno... La peor parte de querer decir algo es no saber como decirlo. De hecho nunca sé como decir esto, será por eso que nunca lo hago a pesar de que lo piense. Sí. Nunca lo hago, nunca lo hice, y es posible (muy posible) que nunca lo haga. La razón es que no sé qué decir y como decirlo. Aun que tenga las palabras exactas en mi mente, en el momento en que quiero decirlas, se me enredan las palabras, se amontonan, se convierten en una pelota enorme que se queda atascada en mi garganta. Y lo único que hago es tragar. Tragarme mis palabras para no decirlas. Y no digo nada... nunca. Aun que quiera.

Desearía haber tenido, o tener, la fuerza suficiente para cogerte de la mano, llevarte a un lugar apartado donde nada me distraiga y decirte todo lo que hay en mi cabeza. Pero no soy capaz. Me paralizo y no puedo. Lo único que puedo es visualizar todas las posibles formas en las que te digo esto en mi cabeza. Y todas las posibles respuestas y reacciones que tendrías.

Todo este tiempo me he esforzado por hacer pensar a los demás, hacerte pensar a ti que lo que siento no lo siento y que no es por ti. Pensando que es lo mejor para los dos. Aun que a mi mismo no puedo engañarme (por suerte o desgracia). Aun que, no sé por qué, ni para qué, quiero que lo sepas. Quiero que, aun que al leer lo que escribo no pienses que es por ti, pienses que es por ti. No hace falta que te lo creas, sólo que lo pienses un segundo, sólo un segundo. Es suficiente. Me llega con que lo sepas durante un segundo. Que durante un segundo sepas todo lo que pienso de ti a pesar de que no lo diga. Qué sepas por qué me lo callo, que sepas, lo que quiero, lo importante que eres, que sepas todo. Todo. Que sepas que tú eres TÚ.

Está? Bien. Ya puedes cerrar la ventana.

Supongo que lo importante es que una persona sea feliz y esté bien, no? Da igual con quién, con qué, o dónde... no? Bien. Está bien así.

0 MAULLIDOS:

Publicar un comentario