Carta a una chica desconocida

Hola chica desconocida.

Te escribo una carta porque me apetece. Quizás pienses que es una tontería ya que es muy posible que nunca leas esto. Sí, es una tontería, pero por eso mismo lo hago, porque si no hago tonterías ahora, cuando las voy a hacer?

Existes? Eres real o eres parte de mi imaginación? Estás en algún lugar? Cerca? Lejos? No te conozco, por eso eres desconocida, pero quiero conocerte, si es posible que pueda conocer a alguien tan desconocida como tú. Si existes, quiero conocerte, si eres como te imagino, quiero conocerte. Hablar contigo, ser tu amigo. Conocerte.

No me gustas, no te conozco, por eso no me gustas. No siento nada por ti excepto curiosidad. Curiosidad por saber si eres real, si es posible que existas, si eres tal y como te imagino. Y eso hace que sienta una extraña atracción hacia ti.

Si eres como te imagino, eres el tipo de persona que me gusta. Seguro que te gustan las mismas cosas que yo, y seguro que te gustan cosas que a mi no me gustan, y a mi me gustan cosas que a ti no te gustan. Seguro que eres graciosa, muy graciosa. Y artista! No sé en que campo, música, dibujo, escritura, fotografía... pero seguro que hay arte en ti. Claro que sí. Me imagino hasta tu sonrisa, el sonido de tu voz, es como si ya lo hubiese escuchado antes. Quizás lo soñé. Quizás te soñé y no existas. ¿Eso te convierte en la chica de mis sueños? Quizás lo seas.

Por eso quiero saber si existes. Estoy seguro que sí. Estoy seguro de que, algún día giraré una esquina en una calle cualquiera y aparecerás tú, o quizás te vea entre un montón de gente. O quizás seas tú la que me encuentre. O quizás nunca nos conozcamos.

Quién lo sabe... Mientras, seguiré manteniéndote en la mente, esperando a que algún día seas real. Tú, chica desconocida.