25 de marzo de 2013

El edificio donde vivo es genial

Imaginémonos un edificio. Es un edificio grande donde viven muchas personas y familias, cada uno en su piso. Imaginemos ahora que, cuando alguien se muda, el presidente de la comunidad le dice que en su piso puede hacer lo que quiera pero que a partir de las 10 de la noche está prohibido hacer ruido en los pisos. Hasta aquí todo bien.

Digamos que hay algunos residentes que critican a otros residentes por cosas que hacen, como "dejan la basura en la puerta del edificio en vez de llevarla al contenedor" etc. Y otros han pensado que quieren hacer ruido a las tantas de la mañana pero como las normas del edificio son que no se puede hacer ruido en los pisos a partir de las 10 de la noche, pero no han dicho nada del rellano, pues ahí se juntan unos cuantos a hacer ruido hasta las 3 de la mañana.

Luego viene el presidente de la comunidad y echa a un par de residentes, los que critican a otros residentes, por hacer cosas que hacen también los demás residentes.

También algunos residentes se quejan de que los del rellano se saltan las normas, los del rellano les dicen que si no quieren escuchar que se pongan tapones en los oídos, y el presidente ignora las quejas y sigue permitiendo que se salten las normas que el mismo ha puesto.

Pues así es el edificio donde estoy viviendo...

2 comentarios:

  1. Lo malo es que si los que se quejan empiezan a hacer ruido en el rellano cuando los otros se vayan a dormir para fastidiarles, sabes quienes serán los malos, no?

    En fin, así nos va, si no se comportan conforme es debido en un edificio, no quiero ni saber que harán en un vencindario, ciudad o país.

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  2. Ya, los malos siempre son los que se quejan porque les cortan el rollo.

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